Dormir es uno de los placeres de la vida, sin duda; lo hacemos a diario, así que forma parte indiscutible de nuestra rutina. De hecho, los estudios demuestran que pasamos más de 25 años de nuestra vida durmiendo, un tercio de nuestro existir. Es por esto que creíamos que sería interesante desvelar algunas cuestiones sobre el descanso que, quizás, hasta ahora no sabías, ¡vamos a ello!

Dormir sin interrupciones.

Parece obvio, pero para que un sueño sea reparador es preciso que no sea interrumpido en ningún momento. Dormir del tirón es mucho más conveniente y productivo, aún cuando se realizan siestas cortas o sueños de unos pocos minutos.

No menos de ocho horas.

También se suele tener esta premisa aceptada en materia de descanso, y lo cierto es que es así. Numerosos estudios sobre la calidad del sueño han revelado que este es el tiempo ideal para que nuestro cuerpo se recargue de energía y nos permita afrontar el día siguiente con la mejor de las sonrisas.

La estación del año influye.

En verano, por ejemplo, el calor nos impide entrar en un sueño profundo; y lo mismo pasa con las estaciones más gélidas. Aunque el aire acondicionado y la calefacción nos pueden ayudar, algo que resulta muy útil para equilibrar nuestra temperatura corporal es darnos una ducha justo antes de dormir y desconectarnos de dispositivos móviles para comenzar a relajarnos y conseguir un sueño reparador.

Nada de irte a la cama sin cenar.

Un sueño profundo sólo se consigue si nuestro cuerpo se encuentra en modo relax. No conseguirás nada con irte a la cama con el estómago vacío, porque acabarás dando mil vueltas hasta conseguir dormirte.

Tu colchón, la mejor compañía.

Ten en cuenta que comprar tu colchón es una de las mejores inversiones de tu vida. Piensa que, en ningún sitio pasamos más horas ininterrumpidas que en nuestra cama. Valorar las diferentes opciones en cuanto a modelos y estudiar muy bien cuál se adapta mejor a tus necesidades será un acierto.

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